Crónica de Aneto me ha «anetado»

Hace justo una semana estaba yo toda campante de viaje en Barcelona.

¿Sabéis esa sensación de sentirte diva por un día? Quizás no y yo hasta el martes pasado no lo sabía.

Me sentí como deben sentirse las famosas que cogen su jet privado para irse a Milán solamente a comprarse unos pantalones y dar la vuelta.

En mi caso fui diva de bote, como las que van de rubias, pero tienen las cejas más negras que las suelas de los zapatos. Pero oye, que no puedo estar más contenta de mi primera experiencia “instagramer blogguer”. Como tampoco puedo estar más contenta de la experiencia que viví.

Yo, debo confesar y confieso, que soy muy cocinillas. Aún recuerdo cuando vivía con mi madre y me pasaba noches viendo el canal Cocina. Ella flipaba conmigo y siempre me preguntaba que porque estaba todo el día viendo ese canal. Pues porque me gustaba (y me gusta) ver la elaboración de platos gastronómicos.

También he pasado horas viendo programas de canales del tdt en el que visitan fabricas y muestran el proceso de alimentos que son bastantes famosos y que estamos hartos de ver y comprar en nuestros supermercados.

Y yo siempre quise ver una fabrica así por dentro.

Hace meses cuando abrí este blog (siempre he tenido aunque no lo sepa nadie pero era enfocado a programas, series, películas y libros) me apunté a Madresfera.

Madresfera es una gran comunidad que reúne ahora mismo a 4533 blogs que giran en torno a los niños y a la crianza, puericultura, juguetes, crianza…

También consta de Saludesfera, dedicado a la salud en primer término, su cuidado y la vida saludable. Y por último y no por ello menos importante esta Saboresfera que esta enfocado a la gastronomía, el buen comer y sitios donde comer muy, muy bien.

Cuando me apunte a Madresfera no sabía lo que estaba por llegar. Un día picaron al timbre porque tenían un paquete que entregarme. Cuando lo cogí me quedé un poco sorprendida.

ANETO. Eso era lo que ponía el albarán y yo por mas que pensaba no sabia de donde procedía ese pedido porque yo no lo había realizado. Pensé que quizás estaban equivocados pero no… al abrir el paquete me encontré con un montón de variedades distintas de caldo Aneto con un cucharon y tenedor gigantes de madera y una carta de Bienvenida de parte de Madresfera. Alucinante. Me quedé anonadada y vuelvo a confesar y confieso que gracias a ese gran detalle me hice fan, pero fan de poster de caldos Aneto. Había probado ocasionalmente alguno, pero por ejemplo el caldo ecológico de zanahoria no se me hubiese ocurrido comprarlo en la vida. Error. Os lo recomiendo 100%. Hacer arroz con ese caldo queda rico, rico. Creedme.

Nunca pensé que mi historia con caldos Aneto seguiría ligada y es que Madresfera y Aneto me dieron la oportunidad (y a un montón de bloggers e intagramers de la comunidad más) de poder viajar a Barcelona y entrar dentro de la fabrica para ver de primerísima mano la elaboración de unos de los caldos mas famosos que tenemos en nuestro país.

Una vez me puse en contacto con Josep de caldos Aneto y me facilitó los datos de mi vuelo pude planear mi día de diva.

Mi vuelo salía a las 7:30 de la mañana y claro, me tuve que levantar a las 5 de la mañana para coger un transporte hacia el aeropuerto. Dormí 3 horas (soy muy nocturna) pero eso no evitó que pareciese fresca como una lechuguina. Poco más tarde de las 9 ya estaba en tierras catalanas y como buena diva que se tercie tenía esperándome a Félix, el señor que me llevo hasta a Artés (junto a mis compis de ese día). Imaginaros, con su cartelito y todo tenía esperando al buen hombre entre carteles de otras grandes marcas que también estaban esperando por gente. Si eso no es glamour yo ya no sé qué esperáis de la vida. Muajajajaja.

Una vez llegamos a Artés y a la fabrica de Aneto conocimos a Josep, un chico simpatiquísimo, que nos trató genial y que nos enseñó “su fábrica” contándonos todos los entresijos de elaboración. Tiene el cielo ganado (le mande mil emails… y los que quedan) y creo que es el alma de la empresa (subida de sueldo para Josep a la de 1, a la de 2…).

Lo primero de todo que nos enseñó fueron los 27 tipos distintos de caldos que actualmente Aneto tiene entre sus filas.

Caldo de verduras, de puchero, de pollo, de pescado, de carne, de jamón, caldos para cocido, caldo de fumet, crema de marisco, caldo de alcachofa, caldo de zanahoria, caldo de cebolla, caldo para arroz negro, caldos para paellas… en la variedad está el gusto.

Subimos a oficinas par obtener nuestras acreditaciones y allí pudimos ver un cartel compuesto de todos nuestros nombres y el de nuestros blogs.

Después de esto  llego el momento de  conocer desde dentro el sitio donde realizan estos caldos. Lógicamente para entrar en un sitio así en el que hay manipulación de alimentos toda higiene y seguridad son pocos. Dejamos todas nuestras cosas a buen recaudo, nos quitamos pendientes y piercings, nos recogimos el pelo, nos pusimos una bata, un gorro y unos plásticos para el calzado. Nuestro look era lo más erótico festivo del mundo (ironía modo On).

Una vez bajamos de las oficinas para la zona donde se hacen los caldos llegó el momento de lavar bien nuestras manos con desinfectantes y de poner nuestros pies sobre un artilugio que también nos los limpiaban (fijaros la extrema higiene que tienen que teniendo ya unos plásticos puestos aun así los limpian). Ahí se ve la seriedad de esta empresa.

Lo primero que vimos fueron las ollas gigantes llenas de rico caldo (que elaboran miles de litros de caldo al día) el cual tuvimos la suerte de probar recién hecho ya que justo cuando estábamos nosotras, acabo el tiempo de cocción. Rico caldo de pollo que saboreamos con muy buen gusto.

Algo que nos llamó mucho la atención es que son ellos mismos en la misma fabrica los que se encargan de lavar y cortar las verduras que se utilizan para algunos de sus caldos. Y así como todo los tipos de ingredientes que utilizan, pollo, pescados, carnes…  Sus caldos no contienen leches ni ningún derivado lácteo, no contienen huevo ni ningún derivado y tampoco contienen gluten.

Pudimos ver en pantallas como controlan los litros que llevan elaborados, las temperaturas que tienen y un montón de características más que hacen que todo salga perfecto.

También pudimos ver el momento de envasado y miles y miles de cajas de tetrabrik esperando para ser rellenadas. Apoteósico. Estaba mas feliz que un niño con carta blanca en un quiosco. Llamadme rara.

Nos explico el proceso que siguen para llevar a cabo en envasado en el que los caldos (todos, sin excepción) pasan por un proceso de calidad para cerciorar que todo está correcto para luego poder ponerlo a la venta y llevárnoslo a nuestros hogares.

Antes de envasar pasan por el proceso UHT, que hace que gracias a altas temperaturas los alimentos queden totalmente esterilizados destruyendo todos los microorganismos que pueda haber. Todo esto se hace para que pueden conservarse durante varios meses.

También nos contó que tienen en proceso sacar nuevos caldos al mercado, pero todo eso tiene un proceso y tienen que estar satisfechos al 100 por cien para darle luz verde.

Cuando acabamos de ver la fábrica llegó la hora de comer. Nos pusieron unas ensaladas completas y nos sirvieron de primero un rico caldo de Navidad con pasta y carne del cual no comí 20 platos más por vergüenza porque estaba rico no, lo siguiente. De segundo nos pusieron un cocido con carne, patatas… un hip,hip, hurra para la cocinera. Y para acabar unas frutas y un rico cafelito.

Yo no sé cómo no fuimos rodando, porque después de comer todo esto, para terminar, nos fuimos a sus campos para ver como cultivan sus verduras ecológicas. ¿Como os quedáis? Muertos, lo sé. Muchas risas, algún boomerang que otro y unas cuentas fotos después nuestra maravillosa velada llegó a su fin. Mi primera experiencia de diva influencer estuvo por encima de mis expectativas y me ha creado necesidades muy serias de conocer todas las fabricas del mundo. Si algún responsable de alguna de ellas me está leyendo… soy todo vuestra. Eso sí, que sea de cosas ricas como galletas, chuches, chocolate, pasta … a poder ser. Juas,juas.

¿Lo mejor de toda la visita? El ver que es una marca comprometida con sus consumidores, que no tienen miedo a mostrar su casa desde dentro porque son totalmente transparentes. No venden cosas que no son. Su eslogan no puede definirlos mejor, “100% natural. De verdad”.

Y de verdad os digo que esta humilde servidora puede prometer y promete que solamente usará caldos Aneto para el resto de sus días. Sé realmente lo que estoy comiendo. Así que ya sabéis, Aneto “aneta” mucho.

#YoLoHeVisto #YoLoHeProbado

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